En 1992 se firma
el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos de América, Canadá y
México. El cual entro en vigor años
después. En ese mismo año se crea el
Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(INFONAVIT) deja de
constituir el Fondo de Ahorro con las aportaciones de sus derechohabientes y
comienza a integrar con éstas la Subcuenta de Vivienda. La Ley de este organismo se reforma,
estableciendo la devolución del Fondo de Ahorro al trabajador cuando cumpla 65
años, se amplía el plazo para el pago del crédito a 30 años, se da prórroga al
trabajador para el pago de su crédito
por doce meses, etc.
En 1994 surge la Comisión Nacional del
Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) que es el órgano encargado de regular
el SAR. Para 1995 México sufre una
crisis financiera de enormes proporciones que provoca desempleo y caída en el
poder adquisitivo de los salarios. Los
fondos del SAR los mal administro el gobierno federal y no tardo mucho tiempo
para darse cuenta la iniciativa privada que esas aportaciones del 2% que
estuvieron otorgando a los trabajadores a partir del año 92, se aplicaron a
otros rubros del gobierno federal.
De ahí surge la idea de que fuera la iniciativa privada la que se hiciera cargo del retiro de los trabajadores, y se modifica La ley del Instituto Mexicano del Seguro Social entrando en vigor el 1 de julio de 1997. Aquí es donde se crean las Administradores de Fondo para el Retiro (AFORES) y renuncia el estado a su deber para con los obreros. Entre otros cambios de esa fecha fueron que los trabajadores tendrían que cotizar de 500 a 1,250 semanas de cotización. En ese tiempo los medios de comunicación, los diputados, la prensa vendida, todos fueron cómplices del gran retroceso que sufrían los trabajadores mexicanos.
De ahí surge la idea de que fuera la iniciativa privada la que se hiciera cargo del retiro de los trabajadores, y se modifica La ley del Instituto Mexicano del Seguro Social entrando en vigor el 1 de julio de 1997. Aquí es donde se crean las Administradores de Fondo para el Retiro (AFORES) y renuncia el estado a su deber para con los obreros. Entre otros cambios de esa fecha fueron que los trabajadores tendrían que cotizar de 500 a 1,250 semanas de cotización. En ese tiempo los medios de comunicación, los diputados, la prensa vendida, todos fueron cómplices del gran retroceso que sufrían los trabajadores mexicanos.
Diez años después, en 2007, modifican
la Ley del Instituto de Seguridad y Servicio Social para los Trabajadores del
Estado, donde efectúan una acción similar.
Es cruel, pero al parecer el estado quiere desligarse de su compromiso
social e intenta que los trabajadores no disfruten de lo ganado con el esfuerzo
de su trabajo. Le están quitando sus
derechos a los trabajadores y nadie hace nada por detenerlos. Pretenden que la gente se muera trabajando,
o si bien llegan a retirarse, pagar por poco tiempo su pensión. Acaban de proponer un cambio en el sistema
de ahorro para la vivienda de los trabajadores.
Del 5% que otorga el patrón para cumplir el compromiso constitucional de
otorgarle vivienda a sus empleados, tomaron 3% para constituir la pensión
universal. Le resultara más difícil al
trabajador obtener un crédito. La CONSAR,
informo que cerca de 10 millones de trabajadores no han elegido su AFORE, y en cuyas cuentas existen 75
mil 253 millones de pesos.
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