lunes, 13 de abril de 2015

Editorial 27.- LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Cuando se originó la Ilustración en Europa empezó a concebirse a la libertad de imprenta como el medio idóneo para la difusión de las ideas.   Los filósofos de ese tiempo concebían el disenso como la gran oportunidad de que se cimentara la República.   Por ende, este principio de LIBERTAD DE EXPRESIÓN fue uno de los pilares de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de América, así como de la Revolución Francesa. 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la señala como un derecho fundamental, en su Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su artículo 19, que al texto dice “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

El ejercicio del periodismo en México se ha convertido en algo peligroso, si se desea hacerlo de una manera correcta.  Que no se confunda periodista con reportero.  Los medios de comunicación masivos en nuestro país están llenos de reporteros, pero no de periodistas.

Es urgente un debate sobre la libertad de expresión de los periodistas y la libertad de empresa de los dueños de los medios de comunicación.  ¿Quién es el dueño de las ideas, de las opiniones, de las investigaciones?  ¿El periodista o el dueño de la empresa?

Acaba de ocurrir un golpe a la libertad de expresión en México.   Fue censurada la voz crítica de Carmen Aristegui desde la presidencia de la república.  Pero no es la primera vez que esto sucede, ya antes había ocurrido lo mismo con otro crítico a la figura presidencial: Pedro Ferriz de Con.

Tienen miedo los diputados de enfrentar el poder económico y mediático de los grandes empresarios.  La información fluye de acuerdo intereses ajenos al pueblo de México.   .   Es demasiado el poder que tienen los medios masivos de comunicación que hasta ellos mismos se ufanan de poner presidentes.  Le están haciendo un mal a la República.    ¿Oligarquía disfrazada de Democracia?   ¿Presidentes títeres sexenales? 

No podemos seguir pensando como en el pasado.  Necesitamos progresar.  “No pago para que me peguen” diría hace tiempo un ex presidente.  Como si el dinero que se entrega a los medios masivos de comunicación fuera propiedad de él.   Es dinero del pueblo y por ende el pueblo tiene derecho a saber la verdad y solo con el disenso se pueden aclaran dudas sobre el ejercicio de la función pública. 

Nada contribuye más a la estabilidad y firmeza de una república como organizarla de suerte que las opiniones que agitan los ánimos tengan vías legales de manifestación”. Maquiavelo.

Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo”. Francois Marie Arouet (Voltaire)

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